Por: Juan Espinal
El país está a punto de conocer la decisión que tomará el Consejo de Estado con respecto del uso de técnicas no convencionales para extraer gas y petróleo ¨Fracking¨ por lo que Colombia está en un momento capital, pues se decidirá si producimos y exportamos, o nos convertimos en importadores; hoy el país cuenta con reservas de crudo que alcanzarían para un poco más de seis años de autosuficiencia y de gas para casi diez años.
El debate es intenso y cada día se acelera más, llevo un año como Congresista, y es un tema muy mencionado en el Congreso de la República, unos a favor, otros en contra, posiciones con conocimiento técnico, otros simplemente dicen que no, por tratarse de un debate difícil de enfrentar ante la izquierda y ambientalistas de extrema, que guardan silencio ante las voladuras de los oleoductos por parte de los terroristas del ELN, pero les parece muy mal un sistema como el Fracking para explotar de manera responsable nuestros recursos naturales como lo haría cualquier país en el mundo.
El debate sobre Fracking me recuerda el revuelo que generó la contingencia de Hidroituango, que convocó a todos los sectores políticos y opinadores, muchos se mostraron como expertos, pocos aportaron, pero como quiera que fuera, hoy el proyecto es una realidad para el país, y las responsabilidades jurídicas que se puedan derivar por la firma del contrato de aceleración, será otro asunto por tratar, ojalá no pase de agache.
Solo quiero llamar a la reflexión por la decisión que pueda tomar el Consejo de Estado, que debería ocuparse de asuntos propios de su competencia y no de este sobre exploración y explotación de hidrocarburos que debe pasar por el Congreso de la República para su reglamentación. قواعد لعبة بوكر
Si el Consejo de Estado pretende que se haga su voluntad, para qué el Legislativo, para qué hablamos de separación de poderes o de sistema de frenos y contrapesos que tan ampliamente debatieron los pensadores de la filosofía del derecho Locke, Bolingbroke, Montesquieu, Kant, Rousseau y Sieyes.
Me pregunto entre otras cosas; ¿para qué prohibir sin investigar a fondo los efectos del Fracking?, ¿para qué frenar el desarrollo sin romper los mitos que esta herramienta genera?
Solo por dar luces sobre el tema; en el norte de Australia, después de un estudio científico se aprobó el Fracking, los EE. موقع 365 UU tienen un millón de pozos donde realizan Fracking, y gracias a eso hoy reciben 300 mil millones de dólares anuales de la extracción de los no convencionales.
El Gobierno del Presidente Duque, ha diseñado una importante estrategia, la Ministra de Minas María Fernanda Suárez, convocó a 13 expertos que conformaron una comisión para analizar técnicamente la herramienta, lo que dio como resultado un informe que existe desde el mes de febrero donde se estableció la viabilidad de realizar proyectos pilotos exploratorios de Fracking.
Lo único cierto es que es urgente tomar esta importante decisión, la seguridad energética del país está en juego, no se puede de la noche a la mañana sustituir esta importante actividad económica que representa el 5% del PIB nacional, cuando el sector representó el 25% de la IED en el primer semestre de 2019, la renta petrolera representó casi el 12% de los ingresos corrientes de la Nación entre 2015-2018 y entre el 2019 -2020 el sector de hidrocarburos aporta 15 billones de pesos en regalías.
Vemos al gobierno implementando estrategias para aumentar la seguridad energética del país con promoción a la explotación de yacimientos continentales, desarrollo de la exploración y producción costa afuera, la posibilidad de explorar yacimientos no convencionales y aumento del factor recobro.
El desarrollo de un país no puede quedar en manos de unos pseudos – ambientalistas que sin suficiente ilustración quieren detener el salvavidas energético para la República; aquí necesitamos menos discursos y más acción. ربح الاموال