El socialismo, hambre, desolación y espanto

El socialismo, hambre, desolación y espanto

 Por: Rodrigo Alonso Paniagua G.

Hay un designio general para tomarse el poder, en el mundo entero, por fuerzas extremistas, que van desde la falange, el nazismo o el neonazismo, hasta el socialismo o el comunismo de todos los pelambres. La corrupción, es verdad, afecta en todas las instancias, no solo a las conformadas por políticos, también al sector privado, y, ¡horror, de horrores!, a la justicia misma y a sus más elevadas instituciones.

En Colombia, la Corte Suprema es un clarísimo ejemplo. طريقة لعبة القمار Sin embargo, la defensa de la democracia, como el mejor medio para el gobierno de los pueblos, no surge de su inmunidad frente a la corrupción. No, desde el plano económico, sin ahondar en su bondad en la defensa de los intereses de las minorías, la democracia permite acertar de mucho mejor manera, con mucha mayor probabilidad, en la toma de decisiones en la esfera de la economía, en comparación con las decisiones tomadas en los modelos dictatoriales de cualquier cuño.

El socialismo, para decirlo con claridad, no ha logrado plasmar en el mundo, en ninguna de sus vertientes, un modelo económico y social que mejore las condiciones de los pueblos puestos bajo su égida: la URSS se disolvió por ineficiencia, comprobada incapacidad en el manejo de todos los aspectos de la vida de su gente; los países que estuvieron en su órbita, bajo su control,sufrieron un serio retraso, notorio al comparar el notable desarrollo y el bienestar de la Alemania Federal con el atraso colosal de la Alemania Democrática (¡qué ironía). El muro de la infamia, lo que queda de él, es testigo cruel de la desesperanza de aquel pueblo alemán regido por el comunismo y dominado por los soviéticos, es prueba histórica fehaciente de su sacrificio, del martirio que tuvieron que padecer durante largos 28 años.

El poderoso partido comunista chino terminó reconociendo que el modelo centralizado había llevado a su país a la hambruna. Terminaron por aceptar en el plano económico el modelo occidental, basado en las leyes económicas del libre mercado, aunque sigan imponiendo su sanguinaria dictadura política. Basta con recordar la masacre de Tiananmén. كازينو كبار الشخصيات ¿Qué podrá suceder finalmente en Hong Kong? ¿Evitará la presión mundial otro baño de sangre? تعلم كيف تلعب الروليت Venezuela, un país con problemas innegables en el pasado, pero que hoy podría destacarse en Latinoamérica por estar a la cabeza del crecimiento y los logros sociales para su población, en manos de los socialistas se ha vuelto inviable. A eso se refería Winston Churchill cuando afirmaba que, puestos los socialistas en la tarea de administrar el desierto, pronto habría escasez de arena (Ignoro qué tan cierto es el origen de la frase). Esas son algunas de las poderosas razones por las que es un millón de veces preferible el sistema democrático, porque a pesar de sus fallas, es de lejos el mejor.

Es por eso que condenamos el nacionalsocialismo, la falange, la dictadura de Pinochet o la de Stalin (¡qué 2 Rodrigo Alonso Paniagua G. asesinos, ambos!), el socialismo de Chávez, o aquel que por la vías del secuestro, la extorsión, el boleteo, el reclutamiento de menores, la violación de niños y adolescentes, los collares bombas, los genocidios, el sometimiento en campos de concentración de civiles y militares, ha querido imponer en el país las Farc, y que ahora, aupados por el comportamiento cínico, canalla, oportunista de Santos y sus amigos, gracias a la farsa de la paz que le sirvió para adquirir el nobel, quieren revivir los mafiosos de Márquez, de Santrich y otros cuantos.

Colombia tiene quien la defienda. Pero, el peligro, la culebra sigue vive. En Bogotá, se mimetiza en las palabras altisonantes y hasta vulgares de una mujer de apellido López; en Medellín, en Víctor Correa o Jairo Herrán Vargas. Es cierto, la corrupción asola, pero la izquierda, aún ni dándole el beneficio de la duda respecto a su buena intención, ha logrado ni logrará cosa distinta a demostrar su incapacidad, su ineficiencia, en la administración de los recursos públicos. De nuevo, la democracia es la mejor manera de ir por buen camino, aquellos que la comprometan, directa o indirectamente, con su carácter pusilánime, puestos al servicio de esos intereses, no merecen nuestro voto, nuestro respaldo.

En las filas de los demócratas- los que lo son de dicho y, muy en especial, de hecho- allí, hay gente honrada. De seguro, eso no garantiza que no se equivoquen, pero, bien asesorados, con un buen equipo, tendrán más probabilidad de acertar y hacer lo que mejor convenga al país, a su gente, a su pueblo. Qué una vez elegidos no gobiernen solos, que nunca perdamos el control, el derecho a disentir, a proponer, a debatir. ¡Viva la democracia! ¡Viva Colombia! ¡Vivan sus instituciones! No, a la corrupción, no solo enfrentada por la vía de más normas, mucho mejor por la aplicación rigurosa de las existentes, con cárcel intramuros y expropiación en su totalidad de los dineros mal habidos. No, a la impunidad. No, al socialismo de viejo o nuevo cuño. No, al socialismo abierto o disfrazado, que de ambos solo puede esperarse hambre, desolación y espanto.